
Estoy perplejo. Sigo sin entender qué tipo de manía persecutoria existe alrededor de los éxitos del Barça. ¿Será culpa de ese gen tan español, incluso catalán, de menospreciar el éxito? (algo que acertadamente Cruyff nunca entendió) ¿Será culpa de ese gen tan catalán, casi nunca español, de autoflagelarse y buscar la derrota colectiva? (tampoco Cruyff entendía que conmemoráramos el 11 de Septiembre, una derrota colectiva; y de hecho, a mí tambien me cuesta entenderlo, cuando tenemos un fascinante 23 de Abril capaz de exportar civismo catalán y positivismo a todo el mundo) ¿Será precisamente esa falta de positivismo lo que nos lleva a la esquizofrenia actual? Para los menos futboleros, me refiero a la persistente y agotadora actitud de la prensa catalana sobre la gestión y los resultados del Barça:
1. El "cuento chino"
Nos dice la prensa catalana que la directiva del Barça nos toma el pelo con lo del patrocinio de la camiseta por parte del gobierno chino, con el logo de los Juegos Beijing 2008. Cuando Joan Laporta aparece ante la prensa y comunica que el Barça ha abierto las negociaciones con otros posibles patrocinadores, la prensa habla de "fracaso rotundo". La miopía de los periodistas deportivos es alarmante. En primer lugar, es desacertado calificar de fracaso rotundo un proceso negociador en el cual el Barça intenta conseguir el mayor contrato de patrocinio del futbol mundial, si consideramos la combinación de fijo y variable que contiene dicho contrato. Un contrato que superaría "de largo" los dos últimos grandes contratos firmados en el sector del futbol: el de Samsung con el Chelsea y el de Tamoil con la Juventus de Turín. En segundo lugar, la actitud de la prensa muestra un absoluto desconocimiento de la realidad de los negocios en China. Según afirma una prestigiosa profesora de ESADE en Comportamiento Organizacional, nacida en China y experta en comunicación intercultural: "En China, una vez has firmado un contrato, empiezas a negociar". Por lo tanto, no debemos perder de vista el factor cultural en el posible "fracaso" del Barça con el gobierno chino. Finalmente, nadie del Barça ha afirmado que se hayan roto las negociaciones. Como apunta Ferran Soriano, "continuamos trabajando con la oferta china, pero no de forma exclusiva". Algo que me parece de lo más normal, ya que conceder el beneficio de una larga espera a los chinos estaría dañando los intereses del Barça.
2. Renovaciones largas.
Este es otro de los aspectos que más indignación ha producido en el entorno mediático. Se afirma que las renovaciones largas influyen negativamente en el rendimiento de los jugadores, porque "se relajan", y que por lo tanto, el equipo tenderá a acomodarse en los próximos años. Desde una óptica de gestión se trata de un argumento ridículo. El propio ridículo ya queda demostrado cuando otro equipo de gran prestigio, el Athletic Club de Bilbao, renueva a una de sus figuras, Yeste, hasta 2010, y la misma prensa catalana lo anuncia como una noticia positiva, como el blindaje de un activo. ¿Acaso no se trata de eso? Cualquier empresa del mundo pagaría algunos millones de euros sencillamente por tener una opción de compra que le asegurara mantener al 20% de sus mejores activos humanos (talento) durante los próximos años. Y si no, que se lo pregunten a Bill Gates, que ha visto como Microsoft perdía a su referente en innovación en China al ser fichado por Google. Es exactamente lo que ha hecho el Barça: detectar el 20% del talento que produce el 80% del valor de la marca futbolística. ¿Acaso no son Eto'o, Ronaldinho, Deco, Xavi y Puyol cinco iconos alrededor de los cuales puede construirse un gran equipo? ¿Por qué se critica agresivamente su renovación hasta 2010? Más cuando la misma prensa ha criticado en los últimos años la incapacidad histórica del Barça por retener el talento (Schuster, Laudrup, Romario, Ronaldo, Rivaldo), lo cual, por otro lado, es la gran preocupación de las empresas. Además, la retención de estos activos es un valor que enriquece a los socios del Barça, propietarios del club. Posiblemente eso es lo que la molesta a la prensa catalana, sentirse alejada de la propiedad de un club que recupera cauces democráticos.
3. Sandro Rosell.
Propongo que a partir de 2006 sustituyamos la ofrenda floral a Rafael de Casanova por una a Sandro Rosell, "el vicepresident màrtir del F.C.Barcelona afusellat per la ferotge dictadura laportista". Así es más o menos como ha reaccionado la prensa catalana en el "enfrentamiento" entre Laporta y Rossell. ¿No habíamos concluido, tras muchos años, que la "separación de poderes" -directiva / banquillo- es lo más sano para un club? ¿Era bueno entonces un directivo con aspiraciones de marcar la agenda futbolística, la del terreno de juego, en detrimento de los expertos como Begiristain y Rijkaard? ¿No es cierto que un directivo cuya aspiración es únicamente "dominar" el club, amputando el ámbito de poder que legítimamente se han ganado los reputadísimos Soriano e Ingla, no es bueno para el club? ¿No es cierto que un directivo que se limita a explotar su relación histórica con Nike Brazil, no es buena para el club, ya que destruye poco a poco el capital relacional del Barça, sin buscar nuevas oportunidades? Finalmente, sí hay que reconocer la grandísima aportación de Sandro Rosell a la capitalización futbolística del Barça, con su contribución a los fichajes de Ronaldinho y Deco. Hasta ahí, gracias Sandro. La prensa no vió la marcha de Rosell como una nueva oportunidad de cohesión en la gestión del club y nos montó un escarnio público, que sólo hizo que enaltecer los ánimos de protagonismo del dimitido y sus seguidores, que cayeron en una auténtica parodia y en un ejemplo de cómo no hay que irse de una empresa.
Visca el Barça.