La derecha mediática nacionalista española planea la separación de Cataluña del resto de España

Esta semana ha significado la culminación de un proceso activo desde la derrota del PP en las elecciones generales del 14-S. La derecha mediática, con medios como Libertad Digital, La Razón o la Cope, alentados por la derecha política, planean la exclusión y separación de Cataluña del resto de España. Probablemente, éste sea el destino histórico de España, aunque la razón, herramienta que debería estar más que probada en el siglo XXI, nos demuestra que tenemos suficientes espacios en común como para aspirar a otro tipo de proyecciones de futuro. Pero así no es como piensan los comandantes doctrinarios del PP (Acebes, Zaplana o el expresidente Aznar), ni sus panzer mediáticos, como Federico Jiménez Losantos, cuyos cañones disparan desde las ondas (Cope) o desde el cable (Libertad Digital). Apunto a tres ejemplos o falacias para plasmar mi asombro.

Falacia 1: "El país debe ser gobernado por un amplio acuerdo entres los dos grandes partidos nacionales"

ERC, que obtuvo 8 escaños en las elecciones generales del 14-S, se convirtió en la cuarta fuerza política en el Parlamento. El PSOE, que no obtuvo la mayoría absoluta para gobernar, necesitaba el apoyo de alguna formación, con el fin de aportar estabilidad a su primera legislatura. Según el PP, el acuerdo PSOE-ERC es infame, porque los socialistas pactan con una formación que pretende el desgüace del Estado. Califican a ERC de nacionalistas periféricos, lo cual inhabilita a este partido para participar en el gobierno de la Nación. Y finalmente, excluyen al PSOE de cualquier tipo de diálogo, ya que lo supeditan a un gran acuerdo "sobre las cuestiones fundamentales" con el otro gran partido nacional. En fin, un acuerdo "Barça-Madrid" para amañar la Liga. En este ejemplo queda claro que el PP no considera a ERC un partido que opera en España, y que además es la tercera fuerza política en un territorio del Estado Español. Y que por lo tanto, sus votantes tienen el mismo derecho que los del PP en ser representados en el Parlamento español, y si es necesario, como así sucede, participando en la gobernabilidad.

Falacia 2: "El nuevo Estatut de Cataluña no es una prioridad para los ciudadanos"

En este caso, la falacia consiste en confundir el plan con la implementación. Naturalmente, si en la empresa donde actualmente trabajo, en el sector de la educación, preguntamos al conjunto de colaboradoras y colaboradores, "¿Cuál es su prioridad para Otoño 2005, la mejora de los servicios de restauración en el comedor de su empresa y la instalación de un nuevo PC en su despacho, o la redacción de un plan estratégico con el horizonte en el año 2020?". Estoy convencido que las respuestas favorables a la última opción no superarían el 5%. La mayoría quiere cambios a corto plazo que mejoran su bienestar más inmediato. Y esto es tambien lo que reflejan los ciudadanos en las encuestas. Es más, la obligación de los políticos, como la de los directivos y consejeros en grandes firmas, es demostrar su capacidad de visión. Visión para proyectar el futuro de la empresa o de un país en este caso, sea mediante un plan estratégico o un nuevo Estatut. Pero según el PP, el nuevo Estatut es una pérdida de tiempo y no cabe en la España constitucional (esa Constitución que fue rechazada por el PP en 1978).

Falacia 3: "La OPA de Gas Natural sobre Endesa solo tiene explicación política y es intolerable porque perjudica gravemente los intereses de los consumidores"

La OPA de Gas Natural es una operación empresarial, auspiciada por La Caixa. El pez pequeño (Gas Natural) se come al grande (Endesa). Y finalmente, una empresa con sede en Barcelona se come a otra con sede en Madrid. Los intereses de los consumidores no se verán modificados, porque eso es prácticamente imposible en un sistema desarrollado y de absoluto respeto por la competencia. Gas Natural deberá desprenderse de activos estratégicos, principalmente en Cataluña, que pasarán a manos de Iberdrola o posiblemente otros jugadores europeos como RWE o EON, lo cual podría aumentar la diversidad de la oferta. Además, España creará un "campeón nacional", capaz de competir en el top 5 mundial de empresas energéticas. Según el PP y sus panzer mediáticos, la operación tiene el sello del "tripartito". Por lo tanto, no aceptan la catalanización de la sede de uno de los mayores conglomerados energéticos del mundo, de forma que demuestran una vez más su pensamiento de que Cataluña no debe ser una parte de España.
No hay dudas, una OPA de Endesa sobre Gas Natural hubiera sido calificada por la derecha como "una gran operación empresarial que consolidará a España en el panorama mundial".

Con este panorama, mejor no ponerse serio y tomárselo a cachondeo, con un poco de humor y saber vivir andaluz.