Monday, June 05, 2006
El caso Iberia y el enquilosamiento europeo, una vez más ...
Me duelen los oídos. Y es que llevo toda la semana con un ruido ensordecedor y desafinado. Me pregunto, serán otra vez los mismos? Efectivamente, miro por la ventana y me encuentro a Clos y a Portabella gritando como dos "botelloneros", a Castells saliéndose de su senda académica , y al otro lado de la plaza, a un tal Fernando Conte presumiendo de directivo "six sigma" que salvará a ese emblema rojigualda que surca los aires del planeta. Y una vez más, me llevo un susto producido por la mediocridad de este país o estos países en los que vivimos. Mediocridad polítical y empresarial. Yo que estaba feliz y contento de que nuestra Iberia se nos marchara del El Prat, y ahora resulta que se lo están pensando ... y todo por ese ruido que los políticos proteccionistas e intervencionistas instruidos en el resistencialismo del 68 han creado en los últimos días. Se me cae la cara de vergüenza. Nos pasamos 2 años pidiendo un mayor grado de soberanismo, (algo que se ha hecho muy mal, porqué lo que hay que hacer no es pedir, sino presentar un plan para la independencia), y en cuanto se avecina la liberación de un fabuloso hueco en El Prat, resulta que nos acojonamos y le pedimos a Iberia que se quede. Como si se tratara de un futbolista tipo Kluivert, o Julio Salinas o Rexach, medio silbados y medio aplaudidos, que el día que se van, de forma hipócrita oyen aquél grito de la grada de "Patrik quédate ..." o "Julio quédate ... ", etc. Una actitud así, sólo intensifica la vertiente subvencionista y merma la vertiente emprendedora. Si Iberia se quiere ir (que ojo, no se va, sólo reduce vuelos), pues que se vaya. ¿No es una empresa privada que responde a los intereses de sus accionistas? (entre otros, Caja Madrid y BBVA). Por lo tanto, puede hacer lo que crea conveniente para rentabilizar más sus operaciones. En este sentido, Iberia cuenta con tres líneas de negocio: vuelos intercontinentales, regionales/europeos y domésticos. Si apuesta por la primera línea, tiene que decidir si se especializa en un continente o en dos. Si apuesta por Latinoamérica, su centro de distribución natural es Madrid. Si apuesta por Asia o África, lo es Barcelona. Cuando apuestas por la vía intercontinental, porque es lo único que puede soportar tu estructura de costes, tienes que decidir cuál es tu centro de distribución. A partir de ese momento, lo único que le importa a la compañía es como alimentar ese centro de distribución. Los otros vuelos que no pasan por el nodo son denominados "punto a punto". Con la estrategia de Iberia de apostar por Latinoamérica y abandonar Asia, Madrid es el nodo. Y punto. De forma que Barcelona pasa a ser un "punto a punto". Y en ese juego la estructura de costes de Iberia no es válida. ¿A qué viene tanto ruido en una decisión puramente de estrategia empresarial? ¿Apelamos al proteccionismo y a la subvención? ¿No deberían preocuparse los políticos catalanes en cómo convertir El Prat en un nodo de conexiones a Asia? ¿No deberían realizar un "roadshow" por toda Europa para convencer a alguna de las grandes compañías bandera de que instale su centro de distribución sureuropeo en Barcelona? O al revés ... ¿No deberían convencer a Singapore Airlines o China Airlines o Thai Airways ... etc ... de que instalen en Barcelona centros de conexión? ¿Y no deberíamos centrar el esfuerzo en modificar el actual modelo de gestión -AENA- en vez de cargar contra una empresa privada?
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